Ojo porque, una vez más, la conectividad inalámbrica sirve de canal de una manera muy inadecuada, posibilitando lo que ya se conoce como bluesnarfing. Te advertimos de esta nueva práctica.
¿Qué es el bluesnarfing?
El concepto se construye a partir de los vocablos “bluetooth” y “snarf”, que traduciríamos como “coger sin permiso”.
Se trata de un ataque activo, mediante acceso sin autorización, a la memoria de un dispositivo, en este caso, haciendo uso del bluetooth como medio de viaje de la información, para recoger datos confidenciales.
Así, cualquier aparato que disponga de esta tecnología wireless es susceptible de ser bluesnarfeado, véanse auriculares, teléfonos, relojes, tabletas y, por supuesto y cada vez más, televisores.
Mantén el bluetooth desactivado cuando no lo estés utilizando
Además, es bastante sencilla de llevar a cabo en tanto a que se aprovechan las vulnerabilidades de los dispositivos, no se abren brechas ni se hacen ataques brutos que pueden hacer saltar la alarma sino que se trabaja sobre una seguridad deficiente o insuficiente. Por ello mismo, es muy difícil que el usuario se dé cuenta de lo que está ocurriendo. Así, ni el acceso ni el robo tienen por qué ser detectados en la práctica totalidad de los casos.
Sobre qué robar, mediante copia… todo lo que tengamos. Pueden ser contactos, acceso al correo electrónico y lo que ello supone, a apps que no necesitan verificación…
Como punto “positivo”, saber que esta práctica precisa de cercanía entre hacker y dispositivo, pues el bluetooth limita en este aspecto. Por este motivo es muy difícil que alguien quiera y pueda acceder a nuestro televisor en particular, pero nunca se sabe.
Y ojo porque un punto importante es que los malhechores buscan dispositivos con versiones antiguas de bluetooth, pues de estas se conocen mejor las vulnerabilidades. Por ello, si te vas a comprar una tele o cualquier otro dispositivo que lo incluya, busca que sea en su última versión.
Otros consejos son, por supuesto, desactivar el bluetooth cuando no esté en uso, usar contraseñas difíciles de descifrar, no conectarse a redes sin confianza y, de ser posible, actualizar los aparatos regularmente.
