En pleno boom de los dispositivos de imagen y sonido, las estanterías de las grandes superficies no solo se llenan de televisores con siglas casi imposibles de recordar y sistemas operativos para todos los gustos y necesidades. Tras ellos, ha emergido todo un ecosistema de accesorios para hacer que nuestra experiencia frente al televisor sea aún mejor: barras de sonido, home cinemas, tv box, mini pcs, videoconsolas, gafas 3D… Pero, ¿qué pasa cuando aparece un dispositivo que más que ser un accesorio pretende reemplazarlo? Estamos pensando en los proyectores, los cuales en los últimos meses han experimentado un crecimiento brutal. ¿Alguna vez te has preguntado si es mejor comprar proyector o televisor grande?
Hoy queremos ayudarte a desvelar esta cuestión.
Comprar proyector o televisor de grandes pulgadas: dos cosas diferentes
No tenemos que llevarlo todo al extremo y elegir entre uno u otro. Ambos son dos aparatos que, aunque su función final sea la misma (transmitir imagen), su razón de ser es muy diferente. Aunque la calidad de los proyectores ha mejorado muchísimo en los últimos años, evidentemente aún no están a la altura de los últimos televisores. Por ello, como fuente principal de tu casa te recomendamos adquirir mejor un televisor.
Sin embargo, los proyectores son una idea excelente cuando necesitamos movilidad, para los dormitorios o incluso para el salón si de vez en cuando queremos darnos el gusto de ver algo en una pantalla exageradamente grande. Ambos pueden convivir perfectamente: gracias a la brutal bajada de precios, ya no tenemos que elegir entre comprar proyector o televisor.